DAOS & CAPRI

Medio litro de Capri con Daos
y tu maldita soledad.
Los ojos se te entrecierran
como no queriendo ver,
mientras las entrañas
se te retuercen de dolor.
Plantar albahaca, tener un niño,
escribir mil cosas,
y degradar el cuerpo
para ni siquiera ser
un cadáver perfecto.
Las gordas voces del ayer
siempre seguirán al acecho;
y mientras soñás escaparte
de donde una vez te invitaron,
te levantás al lado
de quien te chupa la sangre
disfrazado de querubín.
No es fácil, hombre, la vida.
Ni nadie te lo planteó así.
No esperes más de lo que ves
y así vas a ser feliz.