miércoles, 11 de diciembre de 2013

ME SIENTO BIEN

Ese día me desperté 7:24 gracias al llamado de un tipo que debería conocerme más que nadie, pero no. Intenté dormirme, di vueltas sobre el colchón tirado en el piso al lado del de mi niño, no pude. Me levanté, improvisé un tapón con unas pantys y una bolsa de nylon y llené la bañadera. Me metí cuando aún el agua no llegaba a 3 cm de altura y esperé que me cubriera por completo, casi del todo caliente. Continué mi lectura con el afán de terminarla, aunque sin éxito. Vacié y llené la bañadera tres veces, cerrando la canilla con los dedos de los pies. Sumergí mi cabeza varias veces también, me depilé. Hacía bastante que no lo hacía; ya había pensado en juntar todos los pelos de mi cuerpo y pegármelos en las cejas. Balanceé de un  lado a otro mis caderas para sentir la suavidad del cuenco bañatorio, asomé mis pezones hacia fuera del agua. Me aburrí de leer y salí pisando la remera con la que había dormido. Encremé mi cuerpo. Escuché camiones, perros, pajaritos. Me puse tu remera de Deep Purple y la anudé, unas calzas, unas zandalias... Abrí todas las ventanas de mi nueva/vieja casa. De mi casa. Regué un poquito unas plantas con el agua que junté de la canilla que pierde gotitas. Tomé mi medicación, armé la computadora y escribí esto.
Me siento bien.

02/11/11

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