sábado, 24 de mayo de 2014

MAR Y NOSOTROS

Y vuelvo a observar el mar que todo lo cura. Todo-lo-cura. Todo locura. Y el mar. Y nosotros. Y el danzar de un cuerpo pequeño saltando las olas, con sus cabellos largos llenos de arena. Y los grupos de amigos que disfrutan de la música del océano.
El sol tiñe las olas de un color entre anaranjado y rosa, y rompen todo el tiempo demostrándonos que el cansancio es para los débiles, que la perseverancia construye y que la razón de ser es algo que no se compra. Los pies disfrutan del contacto con la arena mojada, caminan sin prisa ni pausa, y con una sola certeza: nada podría estar mejor.

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