martes, 11 de marzo de 2014

ENSEÑANZAS DE LA VIDA

La vida
me enseñó a amar sin egoísmo,
contra viento y marea.
A pesar de las lágrimas,
el tiempo y la distancia.

Me enseñó a no esperar recompensa.
A encontrarla tan solo
en saberme sincera.

Me enseñó a amanecer llorando,
a secarme las lágrimas
y caminar al trabajo.

A llorar a escondidas,
a morderme los labios.
A nunca, pero nunca,
esperar un abrazo.

Me enseñaron a amar en silencio,
a pesar de las llamas
que recubren mi alma.

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